Cada día muero un poco más. Me levanto y noto con pena que la piel antes lozana, ahora tiene un fondo gris, saber que mi deterioro ha sido gradual es placebo suficiente para mantenerme a raya de los nembrutales.El júbilo de mis ojos desaparece tenuemente tras las gafas que, por prescripción médica habré de usar por el resto de mis días (son casi un grillete), hora tras hora, día tras día, empañan mi noción de la realidad; ya no se si el mundo pierde su nitidez o soy yo el confundido.
Me percato que la ropa me ajusta ligera y gradualmente, creo que finalmente he comenzado a retener sabiduría, Budha es el siguiente paso.
De niño, los años duraban años, conforme crecí, la noción temporal cambió, todo es más rápido, casi fatuo. La comida es rápida, los libros son cortos, las relaciones resumidas y la libertad apenas identificable.
Es complicado, soy un organismo aeróbico y no puedo respirar, la claustrofobia de la caja es inminente. Sudo, desespero, siento el aire caliente, pesado, ya nada me consuela. Abrigo el engaño de que alguien me rescate, pateo, grito… nada, nada, nada.
Estoy en el Periférico.
Imagen:
Oswaldo Guayasamín – Grito
Referencia:
http://www.ecodeal.com/images/12556_Guayasamin-Grito-30x40_large.jpg
Diego "Api" Bustamante Gil
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