sábado, 14 de abril de 2007

La Prostitución Infantil es una realidad social [En referencia al tema del libro: Cien freeways, DF y alrededores]

¿De dónde salen las niñas y niños explotados en la prostitución?, ¿Cómo es posible que adolescente caigan en este mal que daña y pudre a nuestra sociedad?, ¿Sería tan difícil para la sociedad poder intentar llegar hasta las últimas consecuencias cuando están investigando a cierto tipo de personas que estén involucrados en este tipo de explotación?

Estos son los tipos de cuestiones que la gente se pregunta a diario, pero nadie se atreve a dar una respuesta de porque tantos menores de edad están en este tipo actividad.

Se dice que los menores que caen en manos de estas redes tienen pocas posibilidades de escapar. Si no son liberados por la policía pueden terminar siendo vendidos en el extranjero y no regresar jamás. Pueden ser asesinados cuando ya no sirvan o caer por una sobredosis. Pueden convertirse en drogadictos o simplemente no volver a recuperar su estado emocional normal. Un adolescente de 15 años que ha pasado por esto tiene muchas probabilidades de no recuperarse nunca totalmente de los traumas psíquicos y físicos sufridos a una edad en la que el ser humano es tremendamente vulnerable mientras intenta moldear su personalidad.

Las organizaciones de prostitución utilizan pisos y clubes de alterne para retener a los menores. Una vez que han caído en uno de ellos comienza el verdadero calvario. Las niñas son encerradas, golpeadas y violadas por sus proxenetas durante varios días. De esta forma ninguna de ellas será virgen y habrá tenido varias experiencias antes de recibir a su primer cliente, a no ser que alguno de éstos esté interesado en una niña virgen. Por otro lado las palizas y amenazas aseguran el silencio de las menores, muchas veces aun después de ser detenidos sus proxenetas. En ningún momento dejan de ser vigiladas y no pueden salir a la calle. Normalmente son obligadas a drogarse con cocaína para aumentar su rendimiento o con heroína para doblegarlas, convertirlas en drogadictas y hacerlas así dependientes del proxeneta-camello.

La realidad es que la mayoría de los niños y niñas explotados termina muriendo de SIDA, tuberculosis u otras enfermedades como consecuencia de las relaciones que son obligadas a mantener. Es por esto que debemos tomar conciencia de esta realidad, ya que como seres humanos, no debemos mostrarnos de una manera insensible ante esta problemática mundial.

Referencias:
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=22
http://www.portalplanetasedna.com.ar/prostitucion_infantil.ht

Juan Luis Jiménez